Solamente caminaba por la calle, buscaba inspiración después de un día lleno de quebrantos y complicaciones. Para un hombre de negocios existen días buenos y malos todo está en cómo se tomen las cosas y se aprovechen las oportunidades.
Mi mente se saturaba de números y probabilidades, con un traje azul marino, corbata a rallas, camisa blanca, caminaba sobre las calles de mi ciudad ensimismado en mis pensamientos y sin poner atención en ningún detalle del entorno que me rodeaba.
Comencé a perder la concentración, algo me sacaba de mis pensamientos, un aroma cálido y sensual con notas florales, fresco, insistente, imposible de ignorar, despeje mi mente para buscar de donde provenía.
Tan solo baje el ritmo de mi estresado caminar y supe que detrás de mi estaba ese aroma tan especial, no había volteado todavía y mi cuerpo se sentía ya erizado por una sensación extraña.
Mis sentidos por completo se activaron para percibir en su totalidad lo que activó en mi una sensación indescriptible, bajé aun más el ritmo de mi caminar, sin atreverme a voltear, esperando se acercara más a mí esta exquisita fragancia, por supuesto sé que es una mujer, el sonido de sus tacones la delata, tiene un caminar suave, suena desenfadado, cada vez se acerca más y mi corazón comienza a latir agitado, es increíble pero estoy sudando, tengo miedo, estoy nervioso.
Tan solo su perfume me ha vuelto loco, el sonido de su caminar a provocado que mi corazón se agite, quien será, como será, podría ser cualquier persona, tal vez alta o bajita, joven o madura, podría incluso venir acompañada, que estoy haciendo, he perdido la cordura, tendré que voltear y descubrirla.
Pasó un segundo y estaba pasando junto a mí, me detuve, quede sin aliento, no supe que decir; por qué los hombres enmudecemos ante la mujer, como pueden cautivarnos sin siquiera mirarnos.
Manejo cientos de personas en mi trabajo, estoy en contacto con decenas de mujeres de todas condiciones sociales, acostumbrado a hablar en público y dar conferencias, trato muy a menudo con modelos y edecanes, sin embargo sin siguiera mirarme, sin haber visto su rostro, con tan solo su aroma y el sonido de su andar, esta mujer me a cautivado.
Parado en la acera del boulevard, como en trance, boquiabierto, miro fijamente a la mujer que ha robado por completo mi atención, camina como acariciando el viento, su cadera baila al son de sus pisadas, saturando mis ojos de sensualidad y belleza, grito dentro de mi desesperado sin hacer algo por alcanzarla, no puedo dejar que se valla sin ver sus ojos, sin escuchar su voz, sin embargo hay algo que no embona en este festival de feromonas, algo no se ajusta a la razón de mi locura.